DE OTOÑO
v Las dos
hojitas.
Era un gran árbol
lleno de hojas hasta un día en que apareció un gran viento que comenzó a soplar
y soplar. Las hojas iban cayendo al suelo una tras otras. Unas se llenaban de
barro, otras las pisaban los niños, y otras iban a parar a la basura cuando las
recogía el barrendero.
Cuando sopló un gran
viento las dos hojas soltaron su rabito de la rama del árbol y volaron por el
aire, muy alto, muy alto, hasta desaparecer junto a los pájaros del cielo.
v Las dos gotitas
Las dos gotitas de
agua vivían en una gran nube. Comenzó a llover y la gotita pequeña no quería caer, le daba mucho miedo. Su mamá
le contó que era muy divertido, que un día calló en una flor, otro día en una
casa y otro día en una calle muy bonita. La gotita pequeña ,con mucho miedo,
agarró de la mano a su mamá, cerró los ojos y se dejó caer.
Las dos gotitas de
agua cayeron junto con las demás, formando una gran lluvia plateada. La mamá
mojó la hoja de un árbol, se resbaló y cayó al suelo produciendo un gran ruido:
"plaf". Su hija, como era más
delgadita, tardó más en caer, se posó sobre un paraguas rojo realizando un
ruidito: "clic". Después resbaló y cayó en la gorro de una niña,
"clic", se deslizó por su nariz
para más tarde gotear en su impermeable azul. Al final acabó en unas
botas de agua. Estuvo un buen rato en la bota hasta que la niña comenzó a andar
u cayó a un gran charco que había en el suelo. Allí encontró a su mamá a quien le dio un gran abrazo.
Después de contarse
el largo viaje, quedaron fundidas en el gran charco de agua. Más tarde, salió
el sol, se reflejó en el charco y apareció un bonito arco iris.
v Las dos setas
La pequeña seta vivía
bajo en gran castaño junto a su mama. Era un lugar muy fresco y húmedo en el que vivían felices. Cierto día,
la pequeña seta, vio a lo lejos a un hombre que llevaba un canasto lleno de
setas. –Mamá –dijo la pequeña- yo quiero que ese hombre me suba en su cesto y
me dé un paseo por el bosque porque aquí me aburro.
La madre, asustada,
le dijo: -¡Estás loca!, ese hombre no está dando un paseo a las setas, sino que
las arranca para cocinarla y comérsela. El pequeño se quedó mudo, y temblando de miedo se escondió tras su madre
y esperó a que el hombre se fuera.
PARA VER Y ESCUHAR
De otoño
v
El árbol qu eno tenía hojas
v LLegó el Otoño - El otoño de Vivaldi
Varios
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